Te extraña
El olor a mi almohada
Te ama
El olor a mañana.
Anochece
En tu cuerpo
El rocío,
Y se vierte
En tu corazón vacío.
Embotellamiento
De besos
Fingidos.
Amor que cae
En suicidio
¿No eres tú la soledad
de mis pasiones?
¿No eres más que un sol
en vacaciones?
¿No eres más que un recuerdo
inscrito en el olvido?
¿No eres acaso el ídolo
que se perdió en tiempo?
¡No eres! ¡No eres!
y ojalá no hubieras sido.
Me pregunto como se puede describir la tristeza
como se pueden calmar las letras,
es que tan inútiles son todas las palabras...
Cosas que se caen y sonidos que me matan
y alguna vez... volverás a verme
entre fotos y laureles...
Y te me vas, te escapas
como agua entre las manos,
como besos en el aire
como fuego idóneo entre armas.
El frío en los huesos,
y tus manos frías en mi espalda,
tu cara, tus manos,
y la estupidez de las mañanas.
Como hallarte entre calderas,
puentes, antorchas y dilemas,
mientras consumen mi mente
tantas calaveras.
Entre tantas sonrisas
puedo ver las que hieren,
entre t
Ya no me toques
que tus manos
me llenan de escalofríos.
Ya no me beses
que tus besos
me llenan de lamentos.
Y como este canto
se acaba, se acaban los latidos
de este infame corazón partido.
Despójame de las ropas
y de las caricias eternas
que se vierten en tu boca.
Tu voz, tranquilidad de cielo,
hermosura de mar,
canción de ensueño,
y dulzura fugaz...
Como puedo ser tanto
para el mundo,
ser tan necesaria para el adiós.
Como puedo ser tan poco
para tu futuro,
tan innecesaria para tu amor.
Acábame de matar,
júzgame, condéname a muerte,
llena de inútiles esperanzas mi men
Hazme creer en lo que no creo
y cobíjame de palabras,
seca mis vanas lágrimas,
haz lo que quieras,
pero no te vayas.
De lejos se veía tan profundo
y de cerca tan oscuro...
maldito abismo de locura
maldito abismo de dolor.
Y mi llanto cesa,
estoy mareada
mientras mis ojos callan.
Hazme creer en lo que no creo
y déjame un nuevo aliento,
quítame el frío
y llévate todo mi fuego...
Es que ya no quiero,
ya no quiero dormir
ya no quiero despertar
aun no puedo morir.
Me dejaste la esperanza
y con ella un sufrimiento
invisible y penetrante.
Me di cuenta
de que no hay fantasmas
solo soledade